En estos días he recibido la felicitación de navidad de un amigo. Sin duda alguna no tiene desperdicio. Yo lo quiero compartir con todos y todas. Espero que la Navidad pueda suavizar un poco este malestar que existe y por qué no, demósle el beneplácito de la duda para que se retomen las cosas y no salgan perjudicados los más débiles como siempre sucede.